CRÓNICA: A casi tres años del concierto más grande de Caracas
A
casi tres años del concierto más grande de Caracas
El 18 diciembre de 2016
Caracas escuchó el concierto con mayor audiencia que ha presenciado. La banda
Rawayana se había organizado para brindarle a su ciudad caraqueña algo que
siempre había solicitado.
Tras varias pistas otorgadas
a su público en redes sociales fue que me enteré en octubre que pronto la banda
ofrecería un concierto completamente diferente. Finalmente después de muchos años
de gira por Latinoamérica brindarían la oportunidad de regresar a su ciudad
natal, pero especulaba que ya al ser una banda mundialmente reconocida tendría que
ir guardando una gran suma de dinero para poder presenciarla.
Con el paso del tiempo
anunciaron que ofrecerían un concierto gratuito en la Gran Caracas, y el auge en redes sociales hizo que me diera
cuenta que iría una multitud. Fue así que con tiempo, fui preparándome con más
amigos y al mismo tiempo cuestionándome si ir o no. No es misterio para nadie
que Caracas es una ciudad peligrosa, si le sumas algo gratuito, en la calle,
probablemente con alcohol, con tanta gente, capaz haya un ladrón oculto entre
ellos.
Días antes al concierto
en el instagram de la banda anunciaron la zona de encuentro, era enorme. A través
de un mapa visualicé que el espacio del público ocuparía hasta 4 cuadras largas
de la Av. Francisco De Miranda desde torre Parque Canaima hasta una cuadra más allá
de centro plaza, prácticamente hasta el Papa Johns.
Anunciaron que en cada
cuadra y salida del área estaría ocupado por agentes de seguridad y policía. Así
mismo habría dos lugares de hidratación y baños. Al ver esto, pensé que
realmente la banda se estaba esforzando en brindar un espacio seguro a sus
fans.
Por otro lado las cuentas oficiales de los participantes de la banda declararon que querían que fuera un evento para toda la familia, que incluso podían ir menores de edad a apreciar el evento artístico y cultural venezolano que se presentaría en Chacao.
El día antes al evento
hicieron un comunicado donde informaban las intenciones del evento. Llamando a
la participación del concierto, puesto que sería el bautizo del nuevo disco de
la banda: Trippy Caribbean.


Esa mañana del 18 diciembre del 2016 me levante nerviosa esperando a que llegara mi canción favorita de Rawayana, al saber que iría tanta gente, fui al punto de encuentro a las 11 am y esperé con dos amigas a que abrieran las puertas a las 2 de la tarde.
Beto, el cantante de la banda, apareció de
pronto y se acercó a la reja que impedía el ingreso y comunicó que atrasarían
un poco el concierto. No me preocupé, supuse que algo así ocurriría, pero me
emocioné al tenerlo tan cerca.
Al abrir las puertas me
posicioné cerca de la tarima pero comenzaron a llegar personas que a mi parecer
estaban un poco drogadas, sin pensarlo dos veces mi grupo se fue de a poco
alejando de la tarima por la gran cantidad de personas que comenzaban a llegar.
Quedamos casi a una cuadra de distancia pero sobre unas escaleras que nos permitían
observar bien.
A partir de las 4
comenzó a tocar una banda que no conocía, pero que sin duda alguna disfruté,
luego, como a las 6 de la tarde la banda de 4to poder que tan solo conocía una canción por una telenovela famosa vieja de
RCTV comenzó a apropiarse de la tarima, ya de noche se presentó Apache.

Ya casi a las 8 de la
noche comenzó a tocar Rawayana tanto canciones de otros discos como el del
nuevo. Aplausos, luces, incluso fuegos artificiales deslumbraban el evento. Se me
ponía la piel de gallina y me consideré en ese momento realmente feliz. Habían logrado
hacer un evento enorme, seguro, y compartieron realmente la música con su
público que parecía olvidado. Rawayana conectó y llegó al sentimiento a varias
personas que pude visualizar.
Cerraron el evento agradeciendo
a su público principal, con un enorme abrazo a otros artistas, con una enorme
botella de champaña para brindar por el nuevo álbum y su bautizo, grabaron
vídeos desde la tarima y cantaron el himno nacional para recordar del país donde
todo comenzó.
Me fui a casa ese día
con pocas fotos, porque me dedique a disfrutar pero ya al regresarme por la
venida detuve a mis amigas para recordar el momento, y el día que había acabado
en una noche de música y cultura.
Sabía que este evento
fue una de las cosas que la gente dice que debes hacer antes de morir. Parecía de
otro país.
ESCRITO POR DANIELA ISABEL VÁSQUEZ ARRIECHE CI:26.122.426
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